viernes, 20 de septiembre de 2013

¿DE QUÉ ME VIENE ESTE ODIO A LA SANIDAD PÚBLICA… DOCTOR?


·         Veamos, Sr. Consejero…  ¿ese odio le viene desde la infancia?
·         No estoy seguro… pero creo que no; porque mi padre que era muy franquista decía que la sanidad y la seguridad social era el orgullo del régimen, y la envidia de los franceses, los rojos y los masones de todo el mundo.

·         Y ya de jovencito… qué fue sintiendo…
·         Le confieso que nada… he tenido buena salud y las pocas veces que he tenido que ir al médico hemos ido a las consultas particulares.

·         Entonces, ignorancia o indiferencia ante la sanidad pública…??
·         Ambas… ni la conocía ni me importaba un pimiento.

·         ¿Y cómo le liaron para ser precisamente Consejero de Sanidad?
·         Pues no tengo ni idea; pregúnteselo a la Presidenta… me dijo que era fácil, que se trataba de inaugurar muchos hospitales, muchas máquinas enormes para tratar pacientes… que me iban a agasajar en todos los hospitales gente muy sabia e importante, y que iba a recibir muchas muestras de aprecio y de respeto.

·         Me da que luego las cosas no han sido así…
·         Claro que no… por culpa de la crisis internacional que provocó Zapatero, y por el odio que profesa a Madrid el presidente Rajoy, nos han dejado sin un euro para hacer cosas divertidas, y hemos tenido que empezar a recortar por todos los lados. Está siendo una horrible pesadilla.

·         ¿Y el odio empezó a sentirlo cuando las cosas se torcieron?
·         ¡Pues ahora que lo dice, así fue!... Verá usted; me trajeron un plan magistral de sostenibilidad… la palabra no sé bien que significa pero me han dicho que la use cada poco…

·         Bueno, aquí en la consulta del psiquiatra puede usted relajarse…
·         Gracias, no sabe cómo se lo agradezco… 

·         Continúe, por favor, … ese plan magistral…
·         Sí… consistía en lo siguiente: ahorrar dinero y problemas substituyendo los hospitales públicos ineficientes y conflictivos, por hospitales privados económicos y silenciosos; era perfecto… bueno, bonito y barato… Y además, los empresarios hospitalarios estaban encantados con esta idea y nos ofrecían todo tipo de facilidades y compromisos de apoyo en el futuro…

·         Muchas ventajas… ¿algún problema?
·         Me engañaron; no me dijeron que los hospitales públicos iban a estar ferozmente en contra; decían que habría algo de protesta de los sindicalistas liberados, y de algunos románticos que no entendían la llegada de nuevos tiempos que requerían espíritu emprendedor; y con la oposición del PSOE y de IU ya se sabe que van a torpedear cualquier buena idea que tengamos…

·         Y la cosa fue a peor…
·         No lo sabe usted bien… incluso gente de orden como los médicos, se echaron a la calle a protestar; me hicieron huelgas; empezaron a hacerme escraching cuando visitaba mis hospitales… en vez de aplaudir… No entendían que se tenían que sacrificar por el progreso de la “empresa sanitaria”.  Me empezaron a llover críticas de todas las partes…

·         Ah… y las críticas fueron debilitando sus convicciones…
·         Bueno… la verdad es que no… yo convicciones no tengo muchas… salvo que soy liberal y que amo a mi partido; pero en lo de ser liberal tampoco crea que entiendo muy bien todo lo que me han hecho leer; lo de amar a mi partido es mi fuerte.  Pero yo no escuchaba mucho lo que me decían, sino el soniquete que era muy desagradable… desacato diría un juez…

·         ¿No pensó que algunas de las críticas podrían tener algo de verdad?... tanta gente en contra no es normal…
·         Yo, como político profesional me limito a interpretar los argumentarios que me van elaborando; y el nuestro era excelente; no había razones para cambiarlo… o al menos a mí no se me ocurría que otra cosa decir…

·         ¿Algo más?
·         Bueno… que empezaron a llevar cada pequeña decisión a los tribunales… e incluso los jueces y fiscales, que yo creía que eran nuestros, empiezan a complicarnos la vida paralizando los proyectos de externalización… tenemos montado un atasco fenomenal,  y no sabemos ya ni qué hacer…  

·         Ya veo… pues el odio va a venir de este callejón sin salida aparente…
·         ¡Es cierto… puede ser eso!… ¿y qué solución habría?

·         ¿Quizás alejarse del conflicto buscando un lugar más apacible y adaptado a sus capacidades e intereses?
·         Qué buena idea ha tenido, Doctor… se lo voy a decir a mi Presi a ver qué le parece…

·         Excelente idea
·         ¿Cuánto le debo por la consulta?
·         Nada… está usted en la Sanidad Pública… que por ahora sigue siendo universal, gratuita, y abierta a todos… incluidos políticos accidentados, enfermos o desquiciados…  




  

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