Estoy de muy mal humor. No creía que las élites políticas de
nuestro país tuvieran especímenes de una moral tan laxa y de una conducta tan
miserable. Cada día un jarro de agua fría.
Para que no digan: empiezo con el mangoneo en el sur… estas
redes sociales que confunden la amistad con tramas de ayuda mutua en los
círculos concéntricos del poder político. ¿Cómo es posible que se cuelen
intrusos en los ERES?; ¿es normal porcentajes tan grandes por transacciones tan
lineales y estructuradas?
El Partido Popular paralizado y envenenado por sus pecados
de financiación ilegal (¿pongo presuntos, … verdad que casi que no hace falta?),
y contra las cuerdas por los golfos de siempre que parten, reparten y se quedan
la mejor parte.
Me queda clarísimo que la pose reflexiva de Rajoy no es (y
posiblemente nunca ha sido) más que una máscara para una genética incapacidad
para tomar decisiones, y una fe irracional en que las cosas se resolverán de
alguna forma y que no le caerá a él el coste de arreglarlo. Y el Gobierno de
España sin otro rumbo que no sea recortar y esconderse como hace el líder Rajoy,
bien tras una pantalla de plasma o huyendo de declaraciones ante periodistas
críticos.
La casa real…(esta en minúscula por mi agnosticismo regio),
no puede estar dando un espectáculo de rapiña borbónica post-moderna más
lamentable. Muchos de mi generación (cincuentaymuchos) que preferimos la república,
pero no tenemos tasas elevadas de anticuerpos activos frente a la monarquía
constitucional, nos estamos empezando a sentir estafados: elefantes, Mata-Haris
cortesanas, herencias suizas y tramas testaférricas de las infantas,… y la pus
de los emails que brota a la luz pública dejando a la vista la indecencia con
la que las castas extractivas se apropian de lo que no es suyo, y que tanta falta
hace para alimentar a nuestros compatriotas…
Las autoridades económicas que desprecian la pobreza, que
piensan que hay que despojar de ayudas de subsistencia y hacer pagar medicinas,
libros, guarderías, etc. para evitar la cultura de la dependencia… ¿se podría
recortar sin insultar a la gente?; ¿podrían por favor intentarlo para no añadir
estigma social al sufrimiento?.
Algunos idiotas y maleficientes, del gobierno y de la “oposición
responsable”, que piensan que es preferible que la gente se vaya con sus
enseres a la calle, antes de debilitar una presunta confianza en el mercado
hipotecario: no tiren la piedra y escondan la mano: el que diga que debe haber
desahucios, tendría que estar presente en todos y cada uno de los que se
ejecutan por su acción u omisión.
Hasta el gallego Feijóo (que me parecía una promesa política
para contrarrestar a la derechona), nos viene con fotos sepia de pecados de
juventud; no me escandalizan estos residuos del atolondramiento, de esas etapas
donde algunos no se han acabado de decidir sobre si prefieren ser santos,
poderosos o sabios; pero no puedo entender ni aceptar el ocultamiento; ni menos
el que haya acusado a otros de aparecer en fotos; odio profundamente este
relativismo moral por el que la misma conducta es perdonable si lo hago yo, y
condenable si la hace el adversario.
Y prefiero no hablar
de las rapiñas de los políticos de Madrid; aunque la puerta giratoria de
consejeros de sanidad hacia la empresa privada me escandaliza como pocas cosas
pueden hacerlo: señores, es inaceptable, por legal que sea, el que se beneficie
activamente desde el poder al que luego te acoge en su seno; no es nuevo en la
sanidad: la lista de políticos y altos funcionarios (de entornos tanto del PP como del PSOE) que han migrado hacia la
industria farmacéutica, a las constructoras y consultoras, y a otras empresas
es tan larga como deprimente; pero hay una diferencia de matiz: algunos van con
su oficio (gestores, profesionales, expertos) atraídos por el canto de las
sirenas económicas y posiblemente ayudados por el maltrato que les ha producido
la interferencia política y las cesantías arbitrarias; pero otros no tienen
oficio, aunque por lo que se ve, sí que tienen beneficio. Lo que no puede ser
es que se retribuya tan sólo la agenda política, los contactos, los informes
sin contenido, las intermediaciones ridículas y triviales… Falsos empresarios
que surfean en subvenciones concedidas por sus conmilitones.
Y no me quiero olvidar de la imagen patética de Aznar y
Botella, con más de 200 clases de golf en el Club de Campo pagadas por el
erario público: ¿es que no se dan cuenta de que esto es un expolio impúdico que
destruye el capital social, la confianza en las instituciones, y el obligado
compromiso con el interés general que debe tener cualquier servidor público? Se
tiene tan internalizado que el político es el dueño del país, o que la sociedad
les tiene que estar eternamente agradecida por representarles, que ni se dan
cuenta que actúan como parásitos, como élites extractivas que erosionan
brutalmente la convivencia colectiva.
Epílogo:
Todas las mañanas, muy temprano, voy a por el periódico,
pero la verdadera noticia de la realidad me la da un hombre de unos 50 años que
se está vistiendo en el cajero automático, para salir con su carrito y tres
bultos enormes, donde debe atesorar los restos del naufragio de toda una vida;
no tiene tetrabricks de don simón, ni fuma, ni parece un mendigo profesional;
pero cada día le veo más triste y decaído. Cuando le veo, no sé si darle una
ayuda o no; porque nunca pide, y a veces pienso que le puedo ofender en la
enorme dignidad que emana. Pero lo haré en cuanto le vuelva a ver, porque es evidente que su necesidad es
extrema.
Luego leo el periódico, y maldigo a los sinvergüenzas que
están estropeando nuestro país. Y que están dejando sin presente y sin futuro a mis hijos. Toca moverse; toca hacer cosas; basta ya…
Amigos del PSOE… ¿ya tenéis claro si queréis se parte de la
solución, o seguir siendo parte del problema? El regeneracionismo es ahora no
nunca.
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