Toda decisión de la autoridad debe estar motivada; cesar
a alguien porque su cargo es de libre designación o de confianza no es
suficiente. Incluso posiblemente ilegal. Si además es injustificable, se trata
de una arbitrariedad que generaría responsabilidad.
Sólo una mirada a esta información permite ver el
descontrol de un mediático Consejero de Sanidad, cuya exposición trivial a las
redes sociales induce mensajes de todo tipo, incluido una llamada de atención
de una enfermera por desabastecimiento de vacunas...
http://cadenaser.com/emisora/2016/12/16/radio_madrid/1481905487_150419.html?ssm=14092012-Ser-rs-1-Fb
Es verosímil pensar que la irritación por una mala imagen
lleve a una orden directa de cese fulminante... para luego esconderse detrás
del organigrama de sus propios cargos de confianza...
No fue él, dice Sánchez Martos, el que cesó a
la enfermera porque: "No es mi responsabilidad. La ha cesado la Directora
Gerente de Atención Primaria que es la responsable de los 428 centros de salud
que hay en la comunidad y la responsable, también, de nombrar cargos de confianza
como es el de esta enfermera del centro de salud. Es un cargo de confianza y de
responsabilidad.
Aquí parece que consideramos de similar confianza
política a un Director General o Consejero, que a una modesta responsable de
enfermería de un centro de salud (con al parece diez años de experiencia y
sacrificios a sus espaldas). Y si alguien llevara esta decisión a los
tribunales, vería cómo éstos exigirían a este cese una motivación mucho más
detallada y argumentada que al cese de un alto cargo político.
Aunque confieso que me gustaría que también a los cargos
técnico-políticos y de alta dirección (Vice-Consejeros, Directores Generales,
Gerentes...) se legitimaran a través de un auténtico concurso de libre
designación, y que pasaran por un control parlamentario de competencia y de
decencia...
¡Cielos!. Había olvidado los 17 ceses de Cifuentes en Noviembre,
récord mundial de sincronización de "ceses a petición propia"(¿hubo
una epidemia de deserción de altos cargos en todas las consejerías?). Esperanza Aguirre ya no está, pero su modelo
cesarista de poner y quitar cargos por conveniencia partidaria o personal,
parece que impregna la institución autonómica madrileña. O bien Cifuentes es
más parecida a Aguirre de lo que quiere aparentar.
Volviendo al caso de la enfermera Gorettí que twittea al
Consejero su falta de vacunas... Su "micro-cargo" de confianza no es
igual en nada a los "macro-cargos" de la Corte Autonómica. No son lo
mismo ni mucho menos. La confianza de una directora de enfermería o de una
supervisora, se argumenta en claves de desempeño profesional; la de un
responsable institucional en el cumplimiento del proyecto de gestión para el
cual fue designado.
Y porque no son lo mismo; ni mucho menos, mi confianza en
este caso, y valga la redundancia, está con la enfermera, y no con el
Consejero. Antes creía que sus pecados eran de populismo y trivialidad; ahora
veo que a estos problemas añade la cobardía de tirar la piedra y esconder la
mano.
Vuelvo a repetir... ¿es que no tiene el PP gente
normalita en sanidad como para ponerla de Consejero/a?
y porque no son lo mismo, es por lo que el Gobierno Cifuentes ha aprobado un código ético para altos cargos y directores, que reluce en su portal de transparencia, http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=Page&cid=1354620084910&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FPage%2FCM_ServicioListado&vest=1350930997092
ResponderEliminary que contiene un "plus" de obligaciones como :
Principios: trato respetuoso y directo con los ciudadanos y con sus organizaciones representativas
Criterios para una actuación ejemplar
3. Los altos cargos impulsarán la participación efectiva de los ciudadanos en los asuntos públicos
4. Los altos cargos garantizarán una respuesta ágil y razonada a los ciudadanos ante cualquier solicitud, recurso, queja o sugerencia
Y, lo que es más gordo, ¿qué mensaje nos envía esto a los profesionales? ¿Que si conocemos algo irregular y nuestros superiores no lo resuelven, nos callemos?
ResponderEliminarSi...
ResponderEliminartiene razón Manuel; se confirma la tradición política española, de decir una cosa y hacer otra sin sonrojarse ni intentar explicarse.
Y también Miguel Angel: mensaje claro de sometimiento que hay que tomarse como lo que es: un desafío.
Ayer leía en un twitt... cuando nos quiten el sofá del salón... ¡entonces sí que nos levantaremos!
Pues ya casi que toca
Repu