Tras cuatro años de políticas sanitarias devastadoras en
Madrid, la Consejería de Salud nos regala con una campaña de “información”
sobre las bondades de lo que queda después de haber pasado el huracán provocado
por ellos mismos.
Es decir: con el dinero de todos, el gobierno de Madrid se
hace autobombo, y de paso le ahorra un dinero al Partido Popular para la
campaña electoral en marcha.
Debería dar vergüenza hacerlo; particularmente a los
políticos populares de Madrid, que con las Gurtel, Púnica, y otras ayudas
financieras, ha jugado siempre sucio y con ventaja en esto de la propaganda
política (por no hablar de la presunta compra de diputados).
Pero no son ellos los únicos pecadores, aunque sí los que me
pillan más cerca, y también posiblemente los más conspicuos y contumaces.
La tendencia a usar la “información” a los ciudadanos como
propaganda política es parte del paisaje a todo lo ancho y largo de la piel de
toro. Se supone que este dinero que se gasta es para que los ciudadanos se
enteren de lo que acontece en la vida social. Incluso si nos venimos arriba,
cabe decir que se trata de cumplir con la obligación de rendir cuentas y ser
transparentes…
¿No era esta la función de los medios de comunicación?;
pero, para mayor perversión, resulta que los medios reciben dinero por publicar
los panfletos y soflamas publicitarias (que les salvan de la ruina), a la vez
que los periodistas mendigan declaraciones y respuesta a sus inquietudes y
dudas en ruedas de prensa sin preguntas o con entrevistados en pantalla de
plasma.
Como no nos sabemos controlar, y esto de la información
institucional parece que acaba siendo un vehículo de propaganda y control
político de los medios, parece que lo más prudente y razonable es plantear un
nuevo esquema:
QUE LOS GOBIERNOS INFORMEN EN SUS BOLETINES Y PÁGINAS WEB
Y de ahí tanto ciudadanos como
periodistas acceden a lo que los gobiernos e instituciones quieran contar.
Y NI UN SOLO EURO A PUBLICIDAD Y PROPAGANDA INSTITUCIONAL
Y que lo dediquen a otras
necesidades sociales de mayor impacto; incluso una parte puede ir a fomentar el
periodismo profesional e independiente en las aulas de las facultades y en
instituciones académicas y científicas de comunicación.
Creo que en este caso, ser radicales es lo más sensato y
prudente, precisamente para detener la insensatez y actuación temeraria de unos
gobiernos y unos medios que han mostrado su incapacidad para auto-controlarse.
Lo mismo ando pensando en otros muchos temas… ¿reformar el
Senado?... ¿o lo más prudente y sensato es simplemente extinguirlo como
dinosaurio obsoleto que ha mostrado su inconmensurable levedad y su carísima
inutilidad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.