He querido reproducir una parte de la entrevista sobre Gestión Clínica, publicada en la revista Médicos y Pacientes al hilo de un curso que se está desarrollando en Castilla y León...
La micro-gestión es la esencia de la medicina moderna
¿Qué aporta la gestión
clínica a la sostenibilidad del SNS?
Tres cosas: Primero... racionalizar las decisiones
clínicas, buscando más "ganancia de salud" por cada "recurso o
euro" invertido en sanidad; se trata de evitar acciones inefectivas,
inseguras, innecesarias, inútiles, inclementes o insensatas; y este esfuerzo
reinvertirlo en otras acciones de mayor impacto en salud.
Segundo... integrar las
acciones de todos los servicios y profesionales en aquellos procesos bien
definidos que se puedan gestionar con instrumentos de estandarización (el
llamado trabajo en base a procesos); esta forma de trabajo es mucho más
eficiente pues permite reducir la variabilidad inapropiada, aumentar la
seguridad, facilitar la delegación y habilitar la automatización.
Y tercero... rediseñar
la organización clínica para reducir la fricción de los servicios de
especialidad, y de la micro-gestión con la meso-gestión (bata y corbata);
cuando el punto de gravedad cambia hacia una micro-gestión responsable, las
organizaciones profesionales son más innovadoras y efectivas y se reducen los
costes de transacción y organización.
Este nuevo proceso de
organización a través de la gestión clínica, ¿es más un cambio de cultura
profesional o un aprendizaje determinado?
Excelente pregunta: es
un aprendizaje para responder a retos inmediatos, pero también desbrozamos una
senda por donde deberemos transitar para buscar un futuro sostenible para los
sistemas sanitarios y para la propia medicina moderna.
Hay que tener en cuenta
que en realidad estamos manejando una crisis profunda de la medicina; una
crisis de crecimiento; no sabemos bien cómo manejar la actual expansión
geométrica del saber y la técnica; la respuesta de hiper-especializarse ayuda a
manejar esta expansión, pero fragmenta la asistencia y obliga a buscar
organizaciones mucho mejor diseñadas para la afrontar la complejidad.
Esto hace
que reviente por las costuras el marco administrativo y burocrático; e incluso
fuerza a cambiar la visión escindida de las profesiones clásicas, definidas por
funciones estables y estancas.
¿Están preparados los
médicos españoles para afrontar la gestión clínica?
Yo creo que sí; los
médicos son autónomos y responsables en la parte más difícil de la gestión
clínica: la decisión asistencial ante sus pacientes. Toca ensanchar la visión
hacia aspectos de organización, trabajo en equipo, trabajo por procesos y
consideración de los costes. Y aquí los elementos formativos de epidemiología
clínica, calidad, bioética, seguridad, funciones directivas, economía de la
salud, evaluación, salud pública, sociología de la salud, etc... pueden aportar
elementos muy valiosos para mejorar el trabajo clínico, y para ir preparando el
necesario cambio de paradigma que nos depara el futuro inmediato.
En CyL ya hay
experiencias de Unidades de Gestión Clínica ¿Cómo valora su funcionamiento?
Creo que han existido
dos experiencias, pero no las conozco en detalle. Me parece fundamental evaluar
las experiencias organizativas, pero lógicamente requiere algo más de tiempo y
un tamaño crítico suficiente.
Pero personalmente no me
cabe la menor duda de que este es el camino de futuro. Voy a decirlo al revés:
no hay camino por la senda de los hospitales fragmentados en especialidades
verticales y subespecialidades ocultas y anidadas; o en redes sanitarias
compartimentadas por niveles (hospital terciario, general y atención primaria)
y sectores (sanitario, socio-sanitario). Tampoco hay futuro si las Áreas de
Gestión Clínica se conciben como singularidades que habitan los Hospitales
Generales en grupos de especialidades de alta tecnología, pues la experiencia
española nos indican que acaban enquistándose y separándose del curso general
del trabajo asistencial.
Aunque en la actualidad
mi visión no es la mayoritaria, creo que en un futuro será el conjunto del
hospital (o del centro de salud) el que migrará a configuraciones de gestión
clínica basadas en nuevos modelos de gestión por Áreas que integran al conjunto
de las especialidades. Como ocurre en otros países europeos. La micro-gestión
es la esencia de la medicina moderna. La meso-gestión es su soporte, pero no
sirve para articular los procesos asistenciales ni para ordenar las amplias
inter-dependencias clínicas.
Hace más de un año, el
MSSSI asumió con el Foro de la Profesión Médica el compromiso de la
gestión clínica. ¿Confían en que se desarrolle pronto un marco normativo
teniendo en cuanta lo lentos que son los cambios en sanidad?
No tengo información
directa; si especuláramos con los datos que hoy tenemos la probabilidad mayor
es que no salga ninguna normativa específica de gestión clínica para toda
España. No obstante, con los
marcos competenciales que hoy existen (Constitución, Estatutos de autonomía,
Leyes...) es muy difícil que los modelos de organización y funcionamiento de
los servicios asistenciales puedan ser objeto de una regulación por la
Administración General del Estado.
Otra cosa sería cambiar
los marcos normativos que regulan el personal (Estatuto Marco), o las
iniciativas de puesta en marcha de instituciones y servicios comunes para
apoyar la gestión clínica: imagínese que el Ministerio de Sanidad pusiera en
marcha un HISPA-NICE (una gran agencia de gestión del conocimiento para el
SNS); sería fundamental y con gran impacto; pero... casi no requeriría
normativa, sino acción de reforma institucional y desarrollo de una cartera de
servicios amplia para compilar la evidencia, evaluar intervenciones,
estructurar guías de práctica clínica, etc...
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