Cuando algo que consideramos firme y seguro se pone en
cuestión, nos damos cuenta de cuánto lo apreciamos. Esto es lo que está pasando
en Madrid con los profesionales sanitarios, enfrentados a una erosión profunda
del servicio público de salud, protagonizada directamente por quienes tienen la
obligación de cuidarlo.
La frase mejor que se ha escuchado este pasado mes de
movilizaciones en los centros de salud, la protagonizó una enfermera. Mientras
participaba en la movilización dijo algo así…
“la verdad es que yo estoy sorprendida con mi propia
reacción; nunca me había metido en estas cosas; pero he sentido como una
ideología que me salía de dentro, y que yo misma no sabía que la tenía…”
Sin comentarios…
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