Hoy se ha sabido que los informes de la inspección del Banco
de España se “modulaban” y ablandaban de tal forma según subían entre cargos de
libre designación, que quedaban perfectamente desactivados. Más que un fallo de
inspección es un fracaso de instrumentos de gobierno. Supongo que es excesivo
hablar de la zorra cuidando el gallinero… pero cuando menos sorprende esta
falta de profesionalidad e inteligencia en el verdadero núcleo de la autoridad
financiera.
Y esto me lleva a dos reflexiones… sobre la inspección y
sobre la comparación entre mala praxis bancaria y médica (para los que no lo
saben, en una de mis reencarnaciones fui Inspector Médico de la Seguridad
Social).
INSPECCIÓN: En el pasado remoto los inspectores médicos
éramos autoridad pública, y si encontrábamos algo muy turbio, podíamos
denunciarlo de oficio. Luego ya no… siempre papeles que van a un jefe, y luego
a otro más arriba, etc. A que hubiera venido bien que la jerarquía política no hubiera bloqueado al órgano inspector, eh?
MALPRAXIS: Los médicos siempre firman lo que hacen; parece
que inspectores y asesores no firman sus informes (eso decía el periódico);
cuando un médico clínico mete la pata, ha de enfrentar un duro trance de
responsabilidad patrimonial, civil o penal; parece que el Banco de España y sus
muchachos pueden hundir en la miseria a una generación sin que nadie tenga
culpa de nada.
Bien; no está nada mal para una mera comparación… BUEN
GOBIERNO Y RESPONSABILIDAD EN ELMUNDO FINANCIERO.
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