Arturo Fernández se ufanaba hace poco de pagar miles de
nóminas a fin de mes; no hablemos de los sobre sueldos, porque todo el mundo
está en ello.
Lo que me sigue sorprendiendo es la sensación que tienen los
empresarios y dueños de empresas de que los trabajadores reciben su sueldo como
resultado de su benevolencia y generosidad. Ahora con la crisis, ya parece que es una hazaña bélica pagar una nómina (o media).
Ya no sólo está olvidado Marx, con aquello de la plusvalía;
es el trabajo el que añade valor, y los que ostentan derechos de propiedad
sobre el capital, en realidad lo que hacen es aprovecharse y extraer dicha
plusvalía de los trabajadores.
Pero… incluso también parecen olvidarse de los grandes
autores de las ciencias de la empresa: Jean Baptista Say identificó cuatro
factores de producción: tierra, trabajo, capital y empresa… ni siquiera una
cuarta parte del mérito parece que ahora le corresponden a los sufridos
trabajadores.
Malos tiempos para la lírica; pero nada de deprimirse y de
perder la autoestima; es ahí abajo, en la base de las organizaciones, donde se
genera el valor… somos de la puta base,
y… a mucha honra!!!
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