lunes, 11 de mayo de 2020

No sólo existe la estrategia tipo-IFEMA: ¿necesitamos un hospital de epidemias para Madrid?


COVID-19 es una infección; pero el reto asistencial no es combatir al virus (aún no tenemos fármacos específicos) sino afrontar daños multisistémicos, tormentas inmunitarias, problemas de coagulación, y fracaso respiratorio que precisa largos períodos de ventilación mecánica.

Un hospital para COVID-19 no sería un “hospital de campaña” para epidemias de cólera o tifus; debería ser un auténtico Hospital General capaz de movilizar todos los servicios y procedimientos de la moderna medicina.

Los pacientes más graves de COVID-19 son mayores y arrastran comorbilidades diversas. Cuando se hospitalizan, el valorar y continuar con los tratamientos que ya tenían prescritos, supone un reto para las especialidades y para la farmacia hospitalaria.

Un hospital monográfico para COVID-19 no puede concebirse como una mera superficie diáfana y versátil y con mobiliario general y clínico bien preparado. Lo fácil es la cama y sus suministros eléctricos, de oxígeno y de vacío. Lo difícil es dotarle de las personas, de los servicios y de los equipamientos del conjunto de especialidades que pueden necesitar.

Este tipo de centro, podría jugar un papel de hospital para convalecientes y enfermos para los que se busca más aislamiento y cuidados que tratamiento. Sin negar valor a lo que puede aportar este modelo de “Sanatorio COVID-19” a efectos de descargar los centros en picos de desborde por olas epidémicas, lo cierto es que no deberíamos considerarlo un Hospital General en sentido estricto; su función puede ser complementaria y de acompañamiento, pero no central y determinante en el tratamiento de casos graves.

Pero, si se diseñan camas complementarias para acompañar a los Hospitales Generales… ¿por qué no ubicarlas en el propio hospital, cuando hay camas cerradas? O ¿por qué no actuar reconvirtiendo zonas o superficies, ubicando prefabricados en sus aledaños (donde haya espacio), o completando los recursos con hoteles medicalizados muy próximos a cada centros hospitalario?

Esta estrategia alternativa, de “expansión local de capacidad de hospitalización” permitiría crear una reserva estratégica, movilizable desde los propios hospitales, que utilizaría los servicios clínicos del conjunto del hospital para tratar a pacientes, y que se beneficiaría de la proximidad de sus pacientes para gestionar servicios centrales y generales, y para reubicarlos según evolucione su nivel de gravedad y necesidad de cuidados.

Esta estrategia frente a la de “tipo-IFEMA” minimiza los traslados, aporta mayor solvencia clínica, da más seguridad, permite respuestas localmente escalables y gestionables, y mejora la eficiencia social en el uso de recursos.

Es una opción menos llamativa para la publicidad institucional; pero en los Hospitales Generales también pueden venir los políticos a hacerse fotos.